miércoles, 10 de febrero de 2010

Basta ya

Ya dejé mi opinión sobre las series (una en especial) hace tiempo en una entrada, pero dadas las circunstancias he decidido retomar el tema:

Desde hace unas cuantas semanas estamos sufriendo de forma indiscriminada un bombardeo de Perdidos, con motivo de su sexta y última (menos mal) temporada:

Estás navegando por internet y no se habla de otra cosa, vas a la FNAC y han puesto una exposición ¬¬...y bueno, lo de Cuatro ya es de traca: Raquel Sánchez Silva haciendo el indio en Hawaii y molestando a los actores, ayer toda la programación impregnada de Perdidos: haciendo zapping ví que el Password de ayer (que por cierto, lo tengo que decir, va de mal en peor: primero con la megapetarda de Luján Argüelles y ahora con Ana Milán. Resulta patético verla intentando ir de maja cuando tiene una pinta de borrrrrrrde que no puede con ella) era especial sobre la serie. Si hasta habían puesto decoración de selva y todo ¬¬

Hasta mis queridos Juan y Damián sucumbieron y, en su sección de El Hormiguero, sacaron unas camisetas promocionales de la experiencia Perdidos de Cuatro, o como cojones se llame.

Queridos señores de Cuatro, y demás entidades que nos intentan meter esta serie en todos lados con tanta fuerza que parece que se llevan comisión: creedlo o no, pero hay gente (ENTRE LOS QUE ME INCLUYO CON MUCHO ORGULLO) a la que no le gusta Perdidos. Es así. He visto un par de capítulos y (siempre con respeto hacia los que les guste) me parece una auténtica GILIPOLLEZ. Así, con mayúsculas. Y ni que decir tiene que no entiendo todo el revuelo que ha montado.

Acabo de caer en la cuenta de que todas las lectoras más o menos habituales de este mi blog siguen Perdidos! lo siento mucho, de verdad, pero probad a poneros en mi lugar al menos durante un segundo.
Poneos en al piel de alguien a quien no le gusta Perdidos y que, por culpa de tanto bombo y platillo ha acabado odiándola con todas sus fuerzas hasta la náusea. Es que da igual dónde me meta, que por algún lado me va a salir el temita de la puta serie. Supongo entonces podréis haceros una pequeña idea de cómo lo estoy pasando estos días.

Y lo peor de todo es que esto no va a acabar con la serie. Después vendrán las películas y sus secuelas, los spin-off, etc.

Señor, dame paciencia.