A continuación, narraré la experiencia más o menos de la misma forma que se la narraré a mis nietos:
Quedé en Sol con Anabel y con su hermano David a las 17.00. Con 10 minutos de retraso (llevo muy mal la puntualidad xD) me reuní con ellos y subimos hasta Gran Vía. En un principio se había hablado de bajar hasta Plaza de España, pero luego lo meditamos mejor, y decidimos quedarnos en Gran Vía, a la altura del cine Capitol. Un sitio jodidamente estratégico, ya que al ser cuesta abajo...podíamos ver todo el recorrido. Una vez allí, Vanessa y Encarni se unieron a nosotros. Y a esperar.
Ya había bastante gente, pero como era relativamente pronto, pudimos coger un buen sitio en primera fila, y además a la sombra.
Pasa el tiempo y la policía que no corta la carretera. Sigue pasando el tiempo y la gente empieza cada vez a adelantarse cada vez más, metiendose en la calzada. Hasta que llegó un punto en que estabamos en todo el medio. Y de ahí ya no nos movió nadie.
Como el retraso empezaba a ser preocupante, decidí llamar a mi padre, que, desde casa, hacía las veces de informador, y cada X tiempo me llamaba para decirnos por dónde iba el autobús.
Y al fin...casi a las 21.00 (que es supuestamente a la hora que tenían que haber llegado a P.Pio. JA) vimos el autobús adentrarse en Plaza de España.
Y unos minutos después...llegaron a nuestra posición. Ahora mismo tengo muy pocas fotos del momento, porque yo hice un video. Así que, mientras me llegan las fotos de las cámaras de Anabel, Vanessa y Encarni...os dejo con esta. Para que veáis que los tuvimos MUY cerquita.
Primero Llorente, y después el GRAN Pepe Reina nos echaron cerveza encima. Pero yo, lejos de proteger la cámara...seguí grabando xD.
Tuve relativa suerte, ya que dos de mis tres amores estaban en ese lado del autobús: Sergio Ramos y Xabi Alonso. El primero muy animado, tocando el tambor junto a Pepe. El segundo, tan timidillo y tan mono él...de vez en cuando saludaba y tiraba besitos (es que me le como).
Con el tercero, Joan Capdevila, (como le comentaba ayer a Anabel: él aún no lo sabe, pero va a ser el padre de mis hijos. Es, simplemente...mi hombre!) no pude deleitarme tanto porque estaba al otro lado. Pero bueno, al menos algo le ví.
Aprovechando que casi todo el mundo seguía el autobús...nosotros aprovechamos para ir bajando hacia Principe Pío.
Lo que allí encontramos...es algo que no se puede describir con palabras. Eso era Mordor. Todo petadísimo. Increíble, de verdad.
Como aún quedaba MUCHO tiempo para que llegaran, pillamos un sitio en el césped y nos sentamos durante un buen rato. Gesto que nuestras piernas y espaldas agradecieron notablemente. Durante ese rato, mi padre seguía dándonos partes con la posición del autobús.
Un buen rato después volvimos a ver el autobús. Como decía Anabel, menos mal que nosotros ya los habíamos visto en Gran Vía "tranquilamente"...porque allí la gente estaba como loca. Como sardinas en lata, empujones por todos lados...
Con mucha paciencia conseguimos abrirnos paso hasta que tuvimos una "buena" vista del escenario. Lo veíamos muy de lado, pero al menos lo veíamos...y algo también oíamos.
Nunca, de verdad, nunca, JAMÁS había visto tanta gente. Si no había medio millón de personas allí, no había nadie.
Disfrutamos con el show de Pepe Reina (aunque le faltó lo del "camarerooooo". Y yo que había ido sólo por eso! xD) y sufrimos con la actuación de Bisbal (fue de vergüenza ajena). Después...unos impresionantes fuegos artificiales y...FIN.
A esas alturas mis piernas hace rato que habían dejado de responder. Hasta tal punto que me costó dios y ayuda subir un poyete que no llegaría ni a un metro!!. Pero es que no exajero...ya no me respondían. Y andando...parecía Forrest Gump de pequeño, cuando le ponen los hierros.
A las puertas del centro comercial me despedí de Anabel y David, y me fui a reunir con mi hermano, que estaba esperandome.
Esto fue lo único malo, la vuelta: para empezar...cerraron la estación de metro de P.Pío...así que subimos andando a Plaza de España...cuya estación también estaba cerrada. Así que a seguir subiendo hasta Callao (imagináos mis piernas :S)...
Una vez en el andén...el tren tardó la vida entera en llegar. Mientras esperábamos...el andén ya estaba petado...y la gente pasaba el tiempo como podía. En los 10 minutos que tardó el tren, la gente hizo su propio show del camarero. Yo estaba tan cansada que ni siquiera coreaba...ni mucho menos saqué la cámara. Pero moló.
Pero la llegada del tren no alivió nada. Había tanta gente que mi hermano y yo no pudimos aguantar más (soy muy sensible a las aglomeraciones, y además propensa a ataques de ansiedad). Nos bajamos en Alonso Martínez y nos cogimos un taxi que nos trajo hasta casa.
Otro punto negativo de la experiencia fue la malísima organización del evento: en primer lugar, me gustaría saber quién fue el iluminado que dijo que sólo iban a tardar dos horas en hacer ese pedazo de cacho de trozo de recorrido.
Y en segundo lugar...también me gustaría conocer al que dispuso el escenario en el Puente del Rey. Realmente vergonzoso.
Pero en fin...qué es todo eso comparado con que has sido testigo de la historia!.
El cansancio, las horas de espera, las aglomeraciones...todo mereció la pena. Cuando me pregunten qué estaba haciendo el día que la Selección paseó el triunfo por las calles de Madrid, yo podré decir, llena de orgullo, que estuve allí.
INOLVIDABLE
PD= Se me olvidaba mencionar a mi cuarto amor: el pulpo Paul!!! :D
