sábado, 29 de agosto de 2009

Sueños que se cumplen (vol.2)

Hace ya muchos meses comenté que había tenido muchos sueños que se cumplían. Pues bien, desde entonces he tenido muuuuchos sueños. Sí que es cierto que no todos se han cumplido, pero los que se cumplen, lo hacen al pie de la letra. Algunos ejemplos:



- Soñé con la gripe A semanas antes de que se empezara a hablar de ella. En mi sueño nadie mencionaba que fuera eso, sólo decían que era un virus muy peligroso y que, si no andabas muy bien de salud, se te podía llevar por delante perfectamente. Afortunadamente la otra parte del sueño, en la que uno de mis familiares estaba infectado, no se cumplió. Es cierto que es un familiar al que odio, pero tampoco es para tanto!


- Soñé que Dave me decía que una antigua compañera de trabajo estaba embarazada. A los pocos días se cumplió. En mi sueño era niño, en la realidad aún no se sabe...



- Soñé que Dave iba a volver a París. Pensaréis que eso no tiene mérito, ya que me podría haber contado sus planes. Pero tened en cuenta que llevaba sin verle y sin hablarle más de 3 meses. Y efectivamente volvió.




Es asombrosamente irónico. Poco después fue cuando me enganché a El Internado y, en la cuarta temporada, uno de los personajes nuevos, un niño llamado Lucas (no me digáis que no es una ricura de crío, yo quiero uno así) también tiene muchos sueños que se cumplen. Lo que pasa es que él tiene un sistema para diferenciar cuál se va a cumplir y cuál no: si se levanta meao es que se va a cumplir. Yo hasta tanto no llego, hace muchos años que controlo el esfínter xD.


Y ahora que estoy con el tema...mis sueños también son un poco puñeteros, los jodíos. Porque soñé (y no os riáis xD) que iba por el campo de la manita de su papá (con el que sale en la foto), que está buenaco, con permiso de mi cocinero favorito. Y claro, ese no se cumplió, psché! Al menos por ahora! uhm...



La poca gente que me cree dice que eso de tener sueños que se cumplen mola. Pero ¿y cuando sueño algo malo? luego estoy días y días con la incertidumbre de si se va a cumplir o no. Creedme, no es nada agradable.



¿Qué os parece todo este tema? estáis en vuestro derecho de no creerme (es lo más normal) pero os aseguro que yo no me lo invento. Yo soy la primera que no cree en estas cosas de poderes o premoniciones. Pero es que ya me estoy empezando a mosquear. Son demasiados como para que sea casualidad...



A veces me dan ganas de ir a un psicólogo y contárselo, pero es que no arreglaría nada.



PD= Si sueño algo sobre vosotras os lo haré saber ;)




miércoles, 26 de agosto de 2009

El Último Superviviente

Una historia curiosa la mía con este programa. Hace tiempo lo veía de pasada, haciendo zapping, o cuando mi padre lo tenía puesto.

Pero ahora en verano se ha convertido (siempre junto a los Simpson) en el único programa que veo todos los días. Cada día a las 12:30 dejo todo lo que estoy haciendo y me siento en el sofá a ver al amigo Bear Grylls haciendo de las suyas.




He estado investigando sobre él para escribir la entrada (la biografía del chaval no tiene desperdicio, hasta ha estado muerto! echadle un vistazo http://es.wikipedia.org/wiki/Bear_Grylls) y he descubierto lo que ya sospechaba. Que, obviamente, no se llama Bear. Hay padres crueles en el mundo, pero no creo que tanto como para llamar "oso" a la pobre criatura. El caso es que no tiene cada de llamarse Edward. No sé, tanto Bear pa arriba, Bear pa abajo...



Lo que tengo con este hombre es un sentimiento contradictorio: le adoro cuando va por ahí saltando cual mono, subiéndose a los cocoteros, escalando por barrancos imposibles, haciéndose sus refugios, tan apañaete él. Pero le odio cuando come guarrerías. Es así. Encima es que te describe cómo saben las cosas; el otro día asó una mofeta y dijo "es como si cogiérais un bistec y lo rebozárais en excrementos de perro". Hijo mío, cometela y cállate. Pero no, él lo tiene que describir. En esos momentos me pone enferma, casi literalmente:

Ese mismo día de la mofeta estaba después por el desierto, y se puso a beber su propia orina, que por si no tiene delito de por sí, llevaba guardada en una piel de serpiente. Él casi echa la pota, y yo también. Lo juro, me empezaron a dar arcadas y me tuve que ir corriendo al baño porque pensaba que iba a echar hasta la primera papilla. Pero fue una falsa alarma.



Y bueno, esto no es nada. Por si no lo véis, el tío se come todo lo que pilla: tarántulas, peces crudos, babosas, serpientes, bayas, arañas patilargas, escorpiones...con suerte a veces lo cocina. Pero vamos, que le da igual. Yo me pregunto...¿este hombre estará sano? con toda esa mierda que come es imposible. Tendrá unas carencias alimenticias de narices. Aunque no se le nota, porque vamos, al menos en mi opinión, el tío está buenorro. Fibroso, pero no cachas, y blanquito. Además me encanta como habla! qué mono!.


A veces me pregunto cómo será cuando lleve a jugar a sus hijos al parque. A nosotros de pequeños nos decían "no te comas eso, o lo otro, que es caca". Pero él...si seguro que él come más porquería que sus hijos! Les dirá "cómete eso que hay en el suelo, cariño, que tiene muchas proteínas" xD.


Otra cosa que me maravilla y me hace gracia a partes iguales es la asombrosa afición que tiene a despelotarse. Siempre encuentra una excusa para quitarse la ropa; que si voy a pescar y uso la camiseta como red, que si hace mucho sol y me pongo los calzoncillos en la cabeza...(sí, habéis leído bien ¬¬)
Pero sin duda se superó a sí mismo cuando, en mitad de un glaciar, a no sé cuántos grados bajo cero, se quedó en pelota picada (a veces se queda en calzoncillos, pero esa vez también se los quitó) y se puso a corretear, a saltar y a hacer flexiones para entrar en calor. Contado pierde, pero fue una situación de lo más cómica. Por cierto, tiene un tatuaje en la cadera xD.


Lo que está claro es que es todo un personaje. Y oye, se aprenden cosas que nunca sabes cuando te van a venir bien. Por ejemplo, me dejé el trípode de la cámara en Madrid y en el pueblo me fabriqué uno con unas ramas caídas siguiendo sus consejos.


Si Pablo Motos le trajera algún día a El Hormiguero quiero ir a verle. Aunque si se presentara la ocasión...lo de darle dos besos me lo pensaría. Sabiendo lo que come... :S me conformo con una foto :D


lunes, 24 de agosto de 2009

De vuelta one more time

Para odiar el verano como lo odio, este año me estoy moviendo bastante. Aunque el trayecto sea Madrid-Candeleda, Candeleda-Madrid.

Una semana después de mi estancia en el pueblo con Esther, tuve que volver para hacer de niñera. Así es. Mis padres tenían que volver a los madriles por temas de médicos, y como no es plan de andar con Sarita (que se marea) y con Piticli (que se lo pasa pipa) de viaje pa arriba y pa abajo, me quedé allí con ellos 3 días.

Nunca había estado sola en Candeleda...y teniendo en cuenta que aquello no es un piso (ya me sentía menos protegida) y lo miedica que soy...la cosa no prometía demasiado.

Aunque basta que te quedes sola para que ocurra algún pequeño incidente desagradable. Y a mí me fue a ocurrir uno de los más desagradables; resurta que me encontraba yo en la ducha, cantando (sí, canto en la ducha, pero solo cuando estoy sola. Y he de reconocer que, visto lo visto en Operación Triunfo...no lo hago nada mal), cuando de repente el agua caliente deja de salir, dando paso a el agua fría. Cerré el grifo, lo volví a abrir...nada, no salía agua caliente. Salí de la ducha, con el pelo totalmente pringado con la espuma del champú ¬¬

Tampoco salía agua caliente de los otros grifos, y además empecé a oler a gas; cuando se acaba la bombona de butano siempre huele algo a gas. Genial, se acabó la bombona y yo parecía Calimero con toalla. Tenía otra bombona nueva, pero no sabía cambiarla...llamé a mi padre y me explicó cómo tenía que hacerlo. Pero como yo seguía oliendo a gas (en aquel momento aún no sabía que era normal) no me atreví a hacer nada, así que me aclaré la cabeza con agua fría, me vestí y fui en busca de la vecina.

Y la vecina no estaba! así que llamé a mi tía, que vive unas cuantas calles más arriba, para que viniera a socorrerme. Llegó y plas, en sólo 5 segundos la cambió. Me sentí estúpida ¬¬
Pero bueno, para la próxima ya sé cómo se cambia.

Por las noches siempre procuraba retrasar el momento de subir a dormir a la habitación, más que nada porque me daba miedo. Pero tras 4 o 5 películas seguidas a esas horas intempestivas, el sueño empezaba a ganar terreno, y no me quedaba otro remedio que subir. Eso sí, la perrita siempre subía primero.
Os pensaréis que es una tontería, ya que la pobre es muy pero que muy pequeñita, pero con ella me sentía muy segura. Más que nada por la mala leche que tiene.
Se tumbaba a mis pies, y allí, sintiendo su apeluchado pelaje, sentía que nada malo me podía pasar, jeje.
Lo que pasa es que la jodía tiene muy bien oído, y con cualquier cosa se mosquea. Por eso a veces empezaba a ladrar y me asustaba, pero luego se callaba y a dormir otra vez.

En fin, mi aventura solitaria en el pueblo no fue tan terrible. Después volvieron mis padres ya con mi hermano, y allí a disfrutar la feria. Todo lo que la feria nos permite. Cada año es más deprimente: este año sólo 3 atracciones, unos coches de choque y dos castillos de esos hinchables (que de pequeña me encantaban) dos puestos de moritos y poco más.

Lo único que me gusta es el toro de fuego. NO, no es un toro de verdad. Simplemente consiste en un armazón de madera lleno de petardos en la que un tío mete medio cuerpo, y se dedica a correr por las calles del pueblo.
El toro en sí no es peligroso. Con lo que hay que tener cuidado es con las carretillas o rastreros (esos petardos que si corres van detrás de tí) y sobre todo con la histérica gente, que ven al toro a 20 metros y empiezan a correr en estampida, como la de El Rey León.

A mí me da mucho miedo, así que siempre lo veo desde una distancia prudencial, pero este año el puto toro estaba guerrero y un par de veces ha andando muy cerca de mí (hasta el punto de sentir el calor de un rastrero en mis piernas).

Ayer, mi último día en el pueblo, decidí aprovecharlo de la mejor manera que se me ocurre, yendo al cine de verano. Mola porque si la peli te aburre lo único que tienes que hacer es mirar al cielo y ver las miles de millones de estrellas que se veían todas las noches (frase 0.60: esto en Madrid no lo vemos).
La cartelera no era muy allá, sólo nos interesaba Asalto al Tren Pelham 123, esa película protagonizada por Denzel Washington y un robusto señor que se ha comido a John Travolta. Aunque ahora que lo pienso...Denzel tampoco se queda atrás; el señorito quiso engordar 20 kilos para esa película y...sufrí un contínuo trauma durante toda la película. Menuda mole, por dios.
El único hombre negro que entra en mi lista de guapos y verle así...buf. Menos mal que ya se los ha quitao otra vez.
Por cierto, que me enrollo, la peli mola xD


Otra de las pocas cosas que he hecho en el pueblo ha sido ver todos los días El Último Superviviente, pero esto se merece otra entrada, así que, hasta aquí llega la de hoy ;)


domingo, 9 de agosto de 2009

Punch Drunk Love

Hace unos días, cuando estaba elaborando la lista de las 15 mejores películas de la década, me tuve que rebanar los sesos buscando títulos para meter con calzador porque sólo me salían 13. Horas después caí en la cuenta de que había cometido un error imperdonable al no recordar Punch Drunk Love.

Me da pereza editar la entrada porque el html me la pone patas arriba, pero creo que tendría que dejar fuera a Descubriendo Nunca Jamás. Y desde luego, Punch Drunk Love estaría en los puestos más altos, en el 5 o en el 6 quizá.






Punch Drunk Love (con la coletilla Embriagado de Amor en España) está dirigida por Paul Thomas Anderson (Magnolia, Pozos de Ambición...), que gracias a ella consiguió el premio al mejor director en el festival de Cannes de 2002. La peli también estuvo nominada a la Palma de Oro.


También por esta película, Adam Sandler se hizo con el premio en el festival de cine de Gijón y tambien fue nominado al Globo de Oro como mejor actor. Qué voy a decir yo, se lo merecía. Pero hablando desde una perspectiva totalmente objetiva...es que se lo merecía! Es el mejor papel que le he visto (y ya sabéis que es un actor que me encanta, así que le he visto unas cuantas veces).





Después de ver esta película (y esto va por Montse ;) jeje) a uno no le cabe la menor duda de que es un actor injustamente infravalorado; encasillado en comedias (y muchas de ellas no son malas). Puede que su especialidad sea la comedia, sí; pero si le echas un drama, está claro que también lo borda.


Digo drama por decir, porque en realidad no sabría decir a qué genero pertenece Punch Drunk Love...





¿Drama romántico con tintes de comedia? ¿comedia dramática con un toque romántico?. Pueden ser ambas perfectamente.

Otra característica extraña de la peli es que, justo después de verla, en caliente, no tienes ni pajolera idea de qué te ha intentado transmitir el director. Muchos pensarán que podrían haber empleado esa hora y media de su vida en una cosa más productiva. Pero todo cambia (o al menos a mí me pasó) cuando la vuelves a ver, y cuando la maduras en frío.


Es entonces cuando descubres una historia sobre la búsqueda de la felicidad, el consuelo en el amor (que puede con todo) y la ilusión por las cosas pequeñas.


Barry, el protagonista, sólo intenta evadirse de su vida, aunque sea por un momento. Una vida marcada por la soledad, la monotonía de su trabajo y la constante tortura psicológica de sus 7 hermanas. No es difícil comprender a Barry cuando, debido a esa vida que lleva, sufre repentinos cambios de humor que le llevan de ser un hombre tímido y tranquilo a convertirse durante unos segundos en un auténtico sicótico violento.


Entonces Barry conoce a Lena, y descubre que ella es la única persona que puede proporcionarle el equilibrio, la paz, el consuelo y el amor que tanto anhela.


La veo una vez, y otra, y otra...y aún así no soy capaz de sacarle ni un sólo pero. Es de las pocas películas que puntúo con un 10 redondo.
Aviso para navegantes cinéfilos: la película es (perdón por la expresión) rara de cojones. Muy rara. Pero os aseguro que merece la pena. Si ahora que es verano, no podéis salir a la calle por culpa del calor y os aburrís en casa, echadla un vistazo. Os repito que lo más probable es que en cuanto acabe os quedéis picuetos. Alomejor tiene que pasar un día para que podáis emitir juicio, ya sea positivo o negativo.
Y en caso de que sea negativo...como ya dije antes...sólo dura hora y media. No habréis perdido gran cosa ;)


lunes, 3 de agosto de 2009

100

100 entradas en 9 meses...bueno, no es que lleve un ritmo desenfrenado, pero tampoco está mal.



Esta situación es tan apropiada como otra cualquiera para hablar de mi debilidad (como la canción, my weakness, qué manejo de los dobles sentidos tengo! xD). Así que le dedico mi entrada número 100 a mi fuente de inspiración, al amor de mi vida, a Val




También os dedico la entrada a vosotras, lectoras de este mi blog. Os estoy dando las gracias continuamente, pero por una vez más no pasa nada; gracias por seguir mis andanzas y soportar mis estados de locura transitorios. ¿O son permanentes? sinceramente, ya no lo sé.


domingo, 2 de agosto de 2009

¿Quién necesita al tercer mosquetero?

Dos días después de mi vuelta a Madrid, aún estoy arrepintiéndome de no haberme quedado aunque fuera el finde en Candeleda, con Esther. Una vez más, este mi blog es testigo de uno de los momentos en los que mejor me lo he pasado en mi vida.


4 magníficos días que se me han pasado volando, en los que hemos dado rienda suelta a nuestras más divertidas idas de olla; entre las que se incluyen bailar mientras las cosas se cocinaban en el horno, cantar (yo cantaba en inglés, Esther me hacía los coros) mientras batíamos la masa del pastel de limón. Las de los Beach Boys se nos daban especialmente bien.

Grabar vídeos surrealistas y frikis quedando así patente (modestia aparte) nuestro gran talento como actriz (Esther) y cámara-directora (yo).


Ver películas, y películas, y más películas...y aún así nos quedaba tiempo para ir a ver a mi tía-abuela, salir todas las noches a dar nuestro paseíco, y a la vuelta pararnos en la heladería. Incluso para ir al cementerio a ver a mis abuelos (los cementerios me dan mucha paz, me gusta ir).




Obviamente, no puedo escribir todos los momentos surrealistas que hemos vivido, así que me quedo con uno: mientras veíamos "El Bosque", el aire hizo que la puerta de una de las habitaciones de la planta de arriba sonara al chocar contra el umbral. Ni Esther ni yo nos atrevimos a subir.
Rato después, y las dos de la manita, nos levantamos y subimos un poco las escaleras, lo suficiente para que Esther llegara a la puerta y pudiera cerrarla para que no hiciera más ruido. Era para vernos...¬¬. En ella es comprensible, ya que nunca había visto la peli, pero en mí, que la he visto muchísimas veces...no tengo remedio.



Aunque sin duda, la gran anécdota de nuestra estancia en Candeleda fue...Omelete. No recuerdo si fue a ella o a mí, pero a una de las dos se nos ocurrió la brillante idea de intentar hacer una tortilla de patatas. Yo jamás había pasado el umbral de la tortilla francesa, y nos arriesgamos.

Si lo llegamos a hacer aposta no nos sale. Nos quedó una tortilla deliciosa, de verdad, totalmente en su punto. Además, los huevos de corral le daban un color amarillito y quedó tan bonita que nos dio remordimiento al comérnosla. Por eso antes le hicimos un montón de fotos, como esta, en la que la sostengo orgullosa:




Después, y posiblemente como consecuencia de ese remordimiento nuestro a hincarle el diente, intentamos alargar el momento del engullimiento haciéndonos fotos parodiando el cartel de Chocolat (una de las pelis que vimos). Nos turnábamos para ser Juliette Binoche y Johnny Depp, sosteniendo un trozo de tortilla en vez de chocolate.

Pero al fin llegó el "trágico" momento, y nos la comimos. No sobró ni una pizca.
Por cierto...no, no se nos cayó al darle la vuelta; todo gracias a la fuerza de la mano izquierda de Esther (si la hubiera cogido yo con la izquierda hubiera acabado en el suelo). También para vernos, vamos...



Otra de las pelis que vimos fue Slumdog Millionaire, de la que copiamos (o más bien la iniciativa de copiar fue mía) el lenguaje en clave para posibles situaciones anti-canteo o de peligro (también veíamos "Crímenes Imperfectos" en La Sexta, y nos metió el miedo en el cuerpo). ¿Athos? preguntaba yo. ¿Porthos? me respondía Esther; y a continuación el mensaje, también en clave. Supongo que lo mantendremos hasta que se nos ocurra un lenguaje en clave propio, jeje

Y de ahí el nombre de la entrada. Aún siendo mi favorito, teniendo a mi Athos particular, no eché de menos a Aramis ;)