jueves, 26 de marzo de 2009

¿Sueños premonitorios?

Como dije en la anterior entrada aprovechando la coña del argumento de Bedtime Stories, dije que parte de lo que había soñado la noche anterior se había cumplido a la mañana siguiente. Pero de coña tiene poco...

Soñé que estaba sola en el Retiro, y que veía a un chico joven (más tarde me diría que tenía 25 años) que no dejaba de seguirme con la mirada, y luego a andar detrás de mí. En la vida real me habría mosqueado si me siguieran (como ya me pasó hace poco al salir de trabajar) por muy mono que fuera el chaval, pero en el sueño no. Me senté en un banco y al poco tiempo se sentó él, y me dio un periódico, concretamente "Expansión". Esto no tiene nada que ver, pero no sé, me chocó el sin sentido de la situación (a ver a santo de qué venía lo del periódico xD). Y es para que veáis la cantidad de detalles que recuerdo.
Empezamos a hablar, me dijo que se llamaba Daniel. Recuerdo cómo era a la perfección: no sabría decir exactamente cúanto medía, pero si me sacaba dos cabezas es que era muy, muy alto. Más bien fuertote, no musculoso ni gordo, sino...anchote. Quizá aparentaba algo más de 25 años, pero tenía la voz un tanto aguda si la comparamos con el físico.
Y justo cuando nos levantamos del banco para ir a dar un paseo...me desperté. Me quedé un poco descolocada, ya que parecía tan real...total, me visto, me aseo...y justo cuando estaba terminando de desayunar llamaron al fonoporta, como diría Joaquin Reyes: era el técnico de la tele, que ya la había reparado y nos la traía.
Seguro que no me creéis, pero...cuál fue mi sorpresa cuando le veo salir del ascensor y era exactamente el de mi sueño. No había duda, se le notaba que era algo más mayor, pero era el mismo.
Era la primera vez en mi vida que me pasaba eso. Se lo conté a mi hermano y me llamó "flipá", luego a mi madre, pero aunque dijo que me creía, yo sé que no era verdad.

El caso es que con ese regomello me quedé todo el día.
Y esta noche he vuelto a tener otro sueño. Diría que es como cualquier otro que pueda tener, pero es que últimamente recuerdo una cantidad increíble de detalles que antes no recordaba.
En el de esta noche, Dave y yo entrabamos en un hotel, y el pasillo en el que se encontraba la puerta de nuestra habitación estaba a oscuras, y un tanto apartado del resto. Al principio del sueño estabamos en París, pero luego me asomé por la ventana y ví el mar. Pero en fin, todo es posible en los sueños...
Recuerdo la habitación como si la estuviera viendo ahora mismo: los muebles eran de color ocre, y las cortinas de un azul eléctrico muy oscuro. Y en los armarios había ropa muy antigua y sobre todo, vestidos de Paca (de estos que se ponen las abuelas para ir a las comuniones de los nietos, con lentejuelas, hombreras y demás...). Me gustó un chaleco vaquero y me lo puse. Luego entró totalmente de gratis una niña que hablaba con acento francés y...ahí se acabó el sueño.
Si seguimos pensando que tengo sueños premonitorios...¿significa eso que vamos a ir a París one more time? ¿a un sitio que tenga mar? ¿a un hotel viejuno con cortinas azules?...

Tanto mi abuela como mi madre están convencidas de que he heredado los "poderes" de la hermana de mi abuela (dicen que quitaba el maldeojo, y que tenía premonciones) que murió hace ya algunos años. Yo pienso que puede que fuera una bruja, pero mala (era una mala persona), sólo le faltaba la verruga en la nariz.
Pero claro, yo que no creo en esas cosas...pues me parece una gilpollez como una casa. Aunque sí es cierto que aunque no crea...esto de tener unos sueños tan detallistas (y que se cumplen a medias) le da a una que pensar...

2 comentarios:

una muchacha dijo...

Joder... no sé que comentar porque me dejas con el culo torcío :S

A mi me pasó algo parecido, pero no era un sueño, la verdad que me acojone bastante. Estaba en mi urbanización y vi pasar a una niña con un vestido rojo, pero paso detras de un arbol y desapareció. Yo juraría que era real, porque un reflejo era imposible... pues por la tarde vi a una niña casi igual con el mismo vestido rojo.

En fin... yo tampoco creo en esas cosas, pero sí que da que pensar. Mi madre sí que cree y la verdad que yo si fuera ella también tendría motivos. Le pasan cosas bastante extrañas y sueños de esos tiene muchos.

Irma dijo...

Me encantan este tipo de historias porque me fascina todo aquello que se sale de lo común y que desafía a la razón. En estos casos intento buscar alguna respuesta lógica y razonable, pero siempre me gana la imaginación y las ansias de creer en lo inexplicable...