miércoles, 17 de junio de 2009

París, días (1 y 2)

Por estas mismas fechas hace dos años, estabamos comenzando a planificar nuestro viaje a París...la primera vez que salía de España, la primera vez que montaba en avión (casi me dio un chungo)...el viaje más inolvidable de mi vida, hasta la fecha.

Como por aquel entonces no tenía blog, me ha dado por recopilar fotos y contaros a grandes rasgos mis aventuras parisinas.


Hoy voy a hablar de los dos primeros días.


9 - Septiembre - 2007

Aterrizamos en el aeropuerto de Orly alrededor de las 11 de la mañana: si bien es cierto que el avión no fue para tanto, el pánico inicial no me lo quita nadie, y bajé en estado catatónico, y encima con un oído taponado, que no volvió a abrirse hasta bien entrada la tarde.
Otra cosa que jamás olvidaré fue el viajecito hasta el apartahotel: cargandos con las maletas por el metro, viejuno a más no poder, que apenas tiene escaleras mecánicas. Qué bien se lo pasaban los pasajeros, oyendonos blasfemar en español!.

Cuando soltamos las maletas en el apartamento (el de las chicas era un zulo, pero muy cuco) nos fuimos a explorar.

Nuestra primera parada fue (habiendo pasado anteriormente por los hermosos jardines de Luxemburg) el Panteón, donde dí rienda suelta a mi más grandiosa pedantería, que ya no me guardé hasta que aterrizamos en Madrid.




Luego comenzamos una de las dos rutas que nos habían llevado a París: la Ruta Código Da Vinci. Lo primero que nos pillaba de paso era la iglesia de Saint-Sulpice. No es por desprestigiar a Notre-Dame, que es una maravilla, pero a mí personalmente me gustó más Saint-Sulpice...era como más...oscura, más tétrica. También me gusta por la particuliaridad de las torres, que son distintas. Aunque nos jodieron un poco la vida con el dichoso andamio...pero bueno, confiad en mí, que son distintas xD:






Dentro de Saint-Sulpice se encuentra la famosa Linea Rosa: el primer meridiano del mundo, que atravesaba París. Como ávida aficionada a El Código Da Vinci, me dio un algo por dentro cuando la ví, al estar allí, contemplandola, en persona.






Proseguimos nuestro camino hacia la parte más centrica de París. Paramos en los Inválidos, el palacio donde está enterrado Napoleón. Había que pagar, así que como no nos quitaba demasiado el sueño, pues no entramos xD. Eso sí, la cúpula dorada es preciosa, quizá demasiado lujosa, pero bonita al fin y al cabo:






Muy cerca de los Invalidos se encuentra el Sena, con sus maravillosos puentes (decorados con preciosas estatuas de ángeles), sus barquitas...había incluso hasta dos bodas aquel día. Qué envidia casarse en París! con la de paisajes de postal que tiene!



Nuestros pasos nos llevaron ahora a los Campos de Marte, de los que me quedé totalmente enamorada, y hacia la majestuosa Torre Eiffel. Esa cosa que está en medio de la torre es un balón de rugby gigante. Coincidió que se estaba celebrando el mundial. Incluso hoy, dos años después, todavía me estoy cagando en la madre que parió al mundial de rugby (cuando sigáis viendo fotos comprobaréis por qué):




El sol ya se empezaba a ocultar, y las luces de la ciudad comenzaban a encenderse. También nos pasamos por el túnel del Puente del Alma, trágicamente famoso, pues allí es donde tuvo lugar el accidente de coche que acabó con la vida de Lady Di (si os fijáis, aún están las marcas del accidente en las columnas):

En ese monumento con forma de llama que hay en lo alto del túnel, se levantó un improvisado altar, lleno de fotos de la princesa, de flores y de dedicatorias anónimas.


Esperamos merodeando por allí a que se hiciera de noche para ver la torre iluminada. Nos quedamos expectantes cuando vemos que as luces empiezan a encenderse...nuestro gozo en un pozo...la torre se iluminó así:


AMARILLO Y VERDE ¬¬. La ilusión que me hacía a mí ver en persona la torre iluminada toda de amarillo, pero no...amarillo y verde. ¿Por qué? por el puto mundial de rugby. ¿No os parece horroroso?.

Los punticos esos blancos parpadeaban (como las de los árboles de navidad) y salían cada vez que daba una hora en punto.






10 - Septiembre - 2007


El segundo día tocó Disneyland. Aquí me podría tirar días y días, pero resumiré diciendo que es muy bonico, que había permantentemente una música feliz que practicamente te obligaba a caminar a saltitos. Mi zona favorita, la de Peter Pan, of course. Pero molaba todo todo y todo. Había hasta un doble de Jack Sparrow, con el que nos hicimos fotos (era más alta que él :(, y que le imitaba a la perfección, nos dejó picuetísimos.





Vimos la cabalgata con los personajes Disney, me compré el obligado souvenir cuando uno va a Disneyland: una gorra de Goofy...y al tren camino del apartamento a descansar, que falta nos hacía.



En la próxima entrega toca Disney Studios, Versalles y la subida a la Torre Eiffel. A los que hayáis llegado hasta aquí leyendo, mil gracias :P



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonito!! Ains...quizá en octubre veamos Roma... ojalá.
Besos H de P.

Mo dijo...

Recemos a todos los santos del mundo!!! Tenemos que ir sí o sí!

Irma dijo...

No voy a decir que me das envidia... Bueno, vale, sí.

A ver si puedo ir yo a Londres y dártela a ti. XD

Por cierto, me encanta la música que tienes en el Blog. Es una de mis bandas sonoras favoritas ^^

una muchacha dijo...

Aaaaaaaaaaaaaay qué entrada tan bonita. Entre el nuevo look del blog y la música ambiental, me he metido de lleno en París!!

Me encantaría ir, tengo que ir *_* ALGÚN DÍA IRÉ

Yo cuando fui a Italia estuve todo el primer día con el oído taponado xDDDD.

Muy cucas las fotos. Una amiga mía ha ido ahace poco con su novio y Dios... he vistos sus fotos y pufff, ayssssssssss
DISNEYLAND!!!!!!!!!

Treintaentertulia dijo...

jjoooooooooooooooooooo, q envidiaaaaaaaaaaaaaaaaa