jueves, 14 de mayo de 2009

Benidorm, Chapter 3

He aquí la tercera y última entrega de mis aventuras en Benidorm, que voy a dedicar exclusivamente a Terra Mítica.

Como ya dije, ir allí es practicamente la razón por la que accedí a embarcarme en el viaje

Para mis manos fotógrafas fue el día más productivo, ya que yo (que no me monto en nada) era la portadora de la cámara. Y yo con una cámara en la mano tengo más peligro que una piraña en un bidet. Me salieron más de 200.
No lo puedo evitar...mitología griega y romana (la egipcia no me gusta, así que me daba un poco igual xD)...es mi puto habitat! le hacía fotos hasta a las piedras.

La entrada al parque son dos gigantescas...cosas egipcias, con sus grabados de lado y todo eso. Está bastante bien ambientado. Lo primero que ves es un obelisco (mira, eso sí que me gustó), las estatuas del faraón y la reina, un pequeño lago artificial en frente, sobre el que se asienta el faro de Alejandría, estatuas de diversos dioses egipcios, un pequeño templo (que es en realidad la entrada al platillo volante, más adelante hablo de él) y la pirámide, que es el equivalente a la casa del terror del Parque de Atracciones, solo que pagando ¬¬






La primera parada fue la atracción de agua de Egipto. Cuando voy a la Warner, sólo me monto en las atracciones de agua (mi lema es no montarme en nada que te ponga boca abajo, me dan mucho miedo), pero en Terra Mítica ni siquiera eso, ya que el día se nublaba a ratos y no me quería pillar uno de mis frecuentes catarros.


Luego nos salimos de Egipto para adentrarnos en las siguientes civilizaciones: cretense y micénica. Supongo que, aunque no me monto en nada, disfrutaba de Terra Mítica a un nivel superior al resto de visitantes que había en el parque, ya que la mayoría son profanos que van sólo a montarse en las atracciones. Pasaban por cosas tan importantes como la Puerta de los Leones de Micenas y ni siquiera se daban cuenta! Pero como yo no soy una profana, y además pedante, sí me daba cuenta, y toma fotaco. Haciendo de guía improvisada para mi hermano, explicandole qué era esto y aquello, jeje.

Lo primero que te encuentras tras pasar la puerta de Micenas es el palacio de Cnosos. Hogar de Minos, rey de Creta y "padre" del minotauro.
De hecho, el palacio en sí es lo que suele llamarse laberinto. Según la mitología, Minos mandó a Dédalo que lo construyera para encerrar dentro al minotauro, pues se sentía avergonzado de la criatura y no quería que nadie lo viera.
Pero la realidad era bastante distinta; cuando se necesitaban habitaciones nuevas se construían, sin atender a plano ni orden algunos. Por eso tenía cierta apariencia laberíntica, y de ahí la leyenda.


Perdón por el apunte pedante!!, vuelvo a Terra.


El palacio es en realidad la atracción del Laberinto del Minotauro, la única en la que me monté. Te suben a un cochecito con capacidad para 5 personas. Cada uno coge su pistolita láser, y tienes que ir cargándote a todos los bichos que se te ponen por delante: la gorgona, arpías, murciélagos, un pulpo gigante, centauros, arañas...y finalmente el Minotauro. Aunque a ese da igual cuantas veces le dispares porque no hay manera de cargárselo.




También en Micenas (o no recuerdo si ya era Grecia) estaba uno de los dos caballos de Troya que hay en el parque. El otro, más grande (el de la foto) estaba en la zona de Roma, no me preguntéis por qué...

Tras Micenas pasamos a Grecia, y ahí ya casi me da algo al ver los templos, las columnas...qué maravilla!!!! Lo más impresionante es posiblemente la recreación del templo de Zeus en Olimpia, que albergaba la gigantesca estatua del mismo, una de las 7 maravillas del mundo antiguo (no hagáis caso a "King Kong", que eran 7, no 8. En todo caso la octava sería...Hugh Jackman, por ejemplo? xD)





La atracción que se encontraba en el templo era un simulador. Bastante cutre, por cierto. Yo me pensaba que iba a ser como el Batman en la mansión Wyane de la Warner, o como los de Disneyland, pero no.

Mientras ellos seguían montándose en cosas (otra de agua, por ejemplo) yo me iba por ahí a hacer fotos. Metía el zoom a tope para sacar los capiteles de las columnas y luego examinar de qué orden eran, sacaba a las cariátides desde cientos de ángulos disntintos...desde la zona de Grecia, que está en lo alto, también se veían unas vistas "bonitas" (no olvidemos los altos edificios) del mar, y también saqué alguna que otra foto.

Para entonces, el día ya se había nublado definitivamente, así que pude tomarme la (para mí lujosísima) libertad de quitarme la gorra, que no las gafas de sol. Hasta tanto no llegó mi libertad xD.


Después nos dirigimos ante lo que bautizamos como el platillo volante. Una estructura bastante parecida a la lanzadera, que sujetaba un gigantesco anillo a su alrededor. Para que os hagáis una idea, como el restaurante giratorio de Los Simpson. Te suben a 100 metros de distancia y una vez arriba el platillo gira lentamente sobre sí mismo para ofrecer vistas desde todos los ángulos. La zona de Egipto desde allí arriba se veía así :


La última (y más esperada por mí) civilización que nos quedaba era Roma. Si con Grecia casi me dan las 7 cosas, imaginaos con Roma...fue algo así como una sobredosis de cultura, sólo me faltó echar espuma por la boca. No daba a basto para hacer fotos, y para más inri...tenían puesta la banda sonora de Gladiator sonando una y otra vez!!!. Supongo que os podréis hacer una idea de cómo estaba en aquel momento, jeje.

Ellos se fueron a Colossus, la montañaca rusa de madera que hay justo a los pies del gigantesco cartel de Terra Mítica. Las montañas rusas de madera es otra de las pocas cosas en las que me suelo montar, pero tras oír a un par de personas que Colossus te dejaba mal cuerpo, decidí quedarme en tierra para seguir sacando fotos.

Por supuesto, lo que más me llamó la atención fue la famosa Loba capitolina alimentando a Rómulo y Remo, el Coliseo (quizá algo pequeño pero aún así, precioso) y la réplica de la estatua del ángel del Castillo Sant'Angelo de Roma.



No quería moverme de Roma, pero ya nos iban a cerrar, y teníamos que comprar los recuerdos y toa la pesca. Yo me compré un leoncito de peluche en Roma y un pequeño relieve de dos atletas luchando en Grecia. También un papiro auténtico (se nota que es auténtico porque huele a viejuno y a cerrao que tira pa atrás) con el alfabeto jeroglífico egipcio que hace las veces de marcapáginas, para mi padre.



Como para salir del parque teníamos que pasar por Egipto, decidímos entrar en la pirámide del terror, previo pago de 5 euros. No tengo ni pajolera idea de como consiguieron convencerme para que entrara, pero el caso es que entré. Más tarde me confesaron que sólo querían que entrara para ponerme delante, ya que tenían la esperanza de que ahuyentara a los actores con mis gritos ¬¬. Y con deciros que aun a día de hoy todavía me raspa un poco la garganta de gritar...no te digo na y te lo digo tó. Era la primera casa del terror a la que entraba en toda mi vida, pero lo cierto es que aunque grité como nunca me gustó mucho. Se suelta mucha adrenalina.

Nos metían en grupos de 8 en 8, así que nos juntaron con 3 chicos más o menos de mi edad. No los conocíamos absolutamente de nada, pero en una situación de terror...íbamos los 8 pegados unos a otros, como si nos conocieramos de toda la vida. Con una mano agarraba la camiseta de mi hermano y con la otra me agarraba al brazo de uno de los chicos. Le tuve que dejar buena marca xD, pobrecillo. Pero él también se agarraba a mí! no te digo! Si hubieramos estado en un bar juraría que me estaba metiendo mano xD.

Lo típico, momias por ahi sueltas, pasabas por en medio de unas celdas y te iban saliendo locos a ambos lados, sacando los brazos por los barrotes...los que estabamos en peor situación eramos el chico y yo, porque íbamos atrás del todo, y una vez pasas a los actores, estos empiezan a correr detrás de tí, y muchas veces nos alcanzaban.

Siempre se ha dicho eso de que los actores no te pueden tocar...mentira cochina, al chico y a mí nos tocaron. A mí dos veces: una puta momia me rozó el pelo, y un loco con capucha me dio con la guadaña en la pierna.

La situación más embarazosa es al final de la atracción: a nuestra izquierda se abría un largo pasillo en cuyo final ya se veía la luz del exterior. No iba a ser tan sencillo como andar a lo largo del pasillo y salir, a la derecha tenía que haber algo por narices. Y no nos equivocamos: de detrás de unas cortinas salió Jason con la motosierra (o al menos creo que era él, como comprobaréis no estaba yo para darme la vuelta y mirar) a toda ostia detrás de nosotros. Así que claro, sales de la pirámide corriendo y gritando, para mofa de todos los que están fuera xD.

En caliente no se piensa, pero luego una vez fuera sí...¿qué coño pinta Jason en una pirámide egipcia?...vaya un enigma.



Y con esto acaba nuestro viaje a Terra Mítica, y a Benidorm.



Tras estos 7 días, he llegado a una conclusión: yo soy más de andar y andar, ver museos y cosas antiguas que tirarme en la playa a monear xD. No digo que la playa no esté bien, pero no sé, alomejor para un finde, no para una semana.





Ahora ya sólo me queda planear mi próximo viaje, en septiembre, espero. Próxima parada: ROMA ;)



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