martes, 20 de enero de 2009

¡Qué malo es el miedo!

Esto es algo así como mi entrada de los topicazos navideños tontunos, pero con el miedo:

Por la noche, estás en la cama y oyes un ruido extraño. ¿Qué haces? Te tapas con la sabana. Genial. ¿Qué pasa? ¿Que la sabana es antibalas? ¿Que si viene un malo con un cuchillo no va a poder atravesarla? ¿Que se le va a doblar la hoja?

¿Y cuando nos da por mirar debajo de la cama?. Que ya tenemos una edad, por dios. Además, suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿qué ganas mirando? Que te mate antes. O en todo caso, entablar conversación con él:
- ¿Qué, asesinando, no?
- Aquí estamos
- Pero no se quede usted ahí, hombre, que va a coger un catarro. Máteme en la cama, que estará más cómodo.

Otra reacción estúpida es mirar dentro del armario, que ya es el colmo. Vamos a ver, ¿a alguien le cabe un señor dentro del armario? Pero si el día que planchas no sabes dónde meter tanta ropa ¿cómo se va a meter un tío ahí dentro?

Más reacciones... oyes un ruido raro en casa, te levantas, en calzoncillos, y preguntas:
- ¿Hay alguien ahí?

¿Qué crees? ¿Que si hay alguien te va a contestar?. Pero lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien, sólo puede estar detrás de la puerta del cuarto de baño, porque ya has registrado el resto de la casa. ¿Y qué haces? asomar la cabeza poco a poco, más que nada para que si hay alguien, te mate a gustico.
O cuando tienes que bajar al garaje o al sótano y no hay luz. Empiezas a pensar en fantasmas, en asesinos esgrimiendo cuchillos. ¡Muy bien!

Salgamos de los problemas en casa entrar en los de los transportes... vas en un taxi, por ejemplo, y el conductor empieza a correr como si fuese Schumacher. Tú estás cagado de miedo y ¿qué haces?. Lo más lógico e inteligente: te agarras al asita de plástico que hay encima de la puerta. Ya se puede estampar contra un árbol si quiere, que tú vas cogido del asita.
Las mujeres en este caso lo que hacen es agarrarse al bolso y ponérselo delante, como si fuese un airbag.
¿Y cuando vas en bicicleta bajando una cuesta empinada?. Lo único que se te ocurre es quitar los pies de los pedales, sí señor. Y cuando ya la cosa se descontrola del todo, sueltas también las manos del manillar. ¿Acaso crees que vas a salir volando como ET?

En el médico, cuando nos van a poner una inyección ponemos el culo tan duro que la aguja rebota. Sabemos que duele más, pero no podemos evitarlo.

Y es que el miedo nos incita a hacer una idiotez detrás de otra. Vas por la calle y de pronto ves a alguien y piensas que te va a atracar. Me cambio de acera y ya está. ¿Por qué hacemos esto? ¿Es que los delincuentes sólo atracan en una acera?

Lo de los ascensores también tiene delito. Si hace un ruido raro, las mujeres nos agarramos a los hombres, como si ellos no se fueran a caer con todo el ascensor.

¡Qué cosas!

Y ahora a estudiar a little, que ya toca ;)

1 comentario:

Pato dijo...

Ja, ja, ja... Si es que no hay por donde coger al ser humano. Y no te agobies por lo de ayer, que no merece la pena. Ánimo, enseguida encontrarás otra cosa mucho mejor. Bico, Pato xxx